Este método de trabajo comenzó en Estados Unidos y Canadá a finales del siglo XX, y llegaron rápidamente a Francia e Inglaterra. España tardó más tiempo en aceptar esta forma de edificación, aunque se ha ido extendiendo en nuestra zona poco a poco.
Ha resultado ser muy beneficioso para los clientes, ya que suponen un coste mucho más reducido que la construcción tradicional (casa modular: 600-1000m2 | casa tradicional: 1.000-1.400€). Donde más demanda hay, es en la parte norte y centro de España. Pero esto cada vez es menos exhaustivo, ya que poco a poco son más los clientes de este tipo de construcción.
La instalación es más rápida que en el caso de la tradicional; se trata de colocar módulos ya fabricados. Primero se realiza el montaje de la estructura principal. Después, una vez trasladados los módulos, se colocan donde se ha levantado la vivienda. Esto supone que tendrás las llaves de tu casa en menos de lo que esperas.
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